Reflexión para hoy.
Queridos amigos! Hoy quiero compartirles este versículo: "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas" (Mateo 6:14-15). Reflexión: Debemos ir a El Padre con un corazón limpio, reconciliados con nuestros hermanos. Si nosotros no somos capaces de perdonar, ¿cómo pretendemos que nuestro Padre Celestial sí perdone nuestras faltas? A veces como seres humanos nos es difícil perdonar, pues somos pecadores, duros de corazón. Pero pidámosle a Dios que nos perdone y nos ayude a ser personas misericordiosas, a no guardar rencor en nuestro corazón ya que el mismo solo envenena y enferma nuestra alma. Cuando perdonamos, nuestra alma se pone en paz y armonía. Aprendamos a perdonar al prójimo y también a perdonarnos a nosotros mismos para que podamos vivir la vida con tranquilidad, llenos del Espíritu Santo. Sigamos el ejemplo q