Reflexión para hoy.
Queridos amig@s! Hoy les quiero compartir una reflexión que les ayude a buscar a cada uno de ustedes un momento para encontrar al Señor.
Después de que Jesús subiera a los cielos, los apóstoles primero y después los santos a lo largo de toda la historia, nos han recordado que Dios sigue contemplandonos cada día. Ellos que lo encontraron nos han intentado instruir y nos han ayudado a amarlo: "Cuando yo me adhiera a ti con todo mi ser, no habrá ya para mi penas ni pruebas, y mi vida, toda llena de ti, será plena" (San Agustín, Confessiones, 10,28,39). El hombre es por naturaleza y por vocación un ser religioso. Venimos de Dios y vamos hacia Dios, el hombre no vive una vida plenamente humana si no vive libremente su vínculo con Dios. El hombre está hecho para vivir en comunión con Dios, él que lo consigue alcanza la dicha más grande, la santidad. En ese estado de gracia el Señor se sirve de nosotros para hacer milagros que sobrepasan las leyes humanas (recordemos las curaciones milagrosas atribuidas a Juan Pablo II). Lo difícil para el ser humano es definir lo que no puede entender pero su conciencia más pura le induce a creer, a tener Fe "nosotros no podemos captar de Dios lo que Él es, sino solamente lo que no es, y cómo los otros seres se sitúan con relación a Él" (Santo Tomás de Aquino, Summa contra gentiles, 1,30).
La prueba más grande de que Dios nos ama y quiere manifestarse ante nosotros la encontramos en la vida de Cristo, la leemos en el evangelio y recordamos la promesa de que él ha de venir.
En el fin de los tiempos, el Reino de Dios llegará a su plenitud. Entonces, los justos reinarán con Cristo para siempre, glorificados en cuerpo y alma, y el mismo universo material será transformado. Dios será entonces "todo en todos" (1 Co 15, 28), en la vida eterna. Así que, ánimo amigos! No se rindan! lean los testimonios de otros creyentes y fortalezcan su fe, recén, busquen la comunión espiritual y al final encontrarán al Señor.
Dios les Bendiga!
La prueba más grande de que Dios nos ama y quiere manifestarse ante nosotros la encontramos en la vida de Cristo, la leemos en el evangelio y recordamos la promesa de que él ha de venir.
En el fin de los tiempos, el Reino de Dios llegará a su plenitud. Entonces, los justos reinarán con Cristo para siempre, glorificados en cuerpo y alma, y el mismo universo material será transformado. Dios será entonces "todo en todos" (1 Co 15, 28), en la vida eterna. Así que, ánimo amigos! No se rindan! lean los testimonios de otros creyentes y fortalezcan su fe, recén, busquen la comunión espiritual y al final encontrarán al Señor.
Dios les Bendiga!