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Mostrando entradas de febrero, 2022

Reflexión para hoy.

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Queridos amig@s! Recuerdo que un día mandé a mis hijos a comprar el pan, yo les esperé fuera, vi entonces que la panadera les da el pan y además les regala dos piruletas.  Mi hijo pequeño rápidamente se la comió y mi hija mayor la guardo. Yo la pregunté: «no la quieres?» ella me dijo: «ahora no, mañana me comeré»  Esta experiencia con mis hijos, me hizo reflexionar sobre la manera en que Dios se ocupa de nosotros: si los recursos son escasos, El Señor suplirá lo necesario para satisfacer nuestra necesidad. Por su parte en época de abundancia nos guiará a ahorrar para los tiempos difíciles. Ambos niños representaron una cara de esa moneda, si lo observamos desde ese punto de vista, el pequeño recibió en tiempo de escasez su recurso y la mayor, en abundancia, decidió guardar el presente para otro momento. La Biblia nos cuenta estas verdades y nos revela además, que Dios no sólo provee en tiempos de necesidad, sino que también instruye a aquellos que poseen en abundancia a compartir con l

Reflexión diaria.

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Queridos amig@s! personalmente, cuando veo a una persona feliz, amable, sonriendo, con un semblante de paz… siempre pienso: qué suerte! le costará ser así todo el día? y, cuando puedo hablar con ella, descubro que su motivación diaria está en su interior. La felicidad no viene de fuera, de que todo esté bien o de que no tengamos problemas, sino de saber vivir.  El apóstol Pablo nos lo dijo:”¿Acaso no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que habita en vosotros y habéis recibido de Dios?” (1 Cor 6, 19) Aquí está el secreto de nuestra felicidad: ese Espíritu que habita en los que tienen fe.  Espíritu que quiere ser nuestro maestro, nuestro guía, nuestro todo. El Espíritu Santo es el que despierta en nosotros la fe. Él es el que trabaja en nuestro interior.  Sus dones y sus frutos se manifiestan en nuestra vida. ¿De dónde nace el gozo, la paciencia, el amor, la mansedumbre, la bondad… ? Nacen en nuestro interior fruto del Espíritu Santo.  La felicidad no está en que todo