Reflexión para hoy.

Queridos amigos!  Hoy les comparto este versículo: "He aquí que yo soy el Señor, Dios de toda carne; ¿Habrá algo que sea difícil para mí?" (Jeremías 32-27)

Reflexión: Si piensas que tu problema es imposible de resolver, entonces necesitas a Dios. Todos alguna vez hemos calificado los problemas dependiendo del nivel de complejidad que a nuestro parecer tienen, y hasta llegamos a considerar que algunos son imposibles de resolver, aunque lo cierto es que para Dios no hay problemas grandes o pequeños, Él sólo ve una oportunidad para manifestarse. “Él les dijo:  lo que es imposible para los hombres es posible para Dios (Lucas:18-27)”. Dejar al cuidado de Dios todos nuestros problemas es lo mejor que podemos hacer, ya que Él nos ofrece  la solución a cada uno de ellos, eso sí, sin dejar de hacer nuestra parte, la Biblia narra la historia de un hombre llamado Lázaro que llevaba cuatro días sepultado cuando Jesús vino a su encuentro, este se disponía a hacer un grandioso milagro de resurrección en él, pero antes le dijo a su hermana Marta que actuara con fe, como lo vemos en Juan 11:39-40 “Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la Hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?”. Para que el poder de Dios se glorifique en nuestras vidas es necesario que nosotros hagamos nuestra parte, que consiste en “Creer”, cuando te dispones a creerle a Dios entonces verás ese poder manifestado en tu vida. No des lugar a la duda en ti, aférrate al Dios que hace que lo imposible se vea materializado frente a ti y que además te ama como nunca hubieras imaginado. Dios les Bendiga!

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