Reflexión para hoy.

Queridos amig@s! Dar gracias es muy importante para poder sentir la presencia de Dios, es algo a lo que siempre responde y seguro que Él aprecia. Cada vez que le damos a Dios una complacencia así, nuestra intimidad con Él aumenta, y eso hace una mejor relación con Él.

Además, cuando somos agradecidos, estamos en condiciones de recibir más del Señor. Si no estamos agradecidos por lo que tenemos, ¿para qué nos daría algo más? Por otro lado, cuando Dios ve que realmente apreciamos y estamos agradecidos por las grandes y pequeñas cosas, Él se inclina a bendecirnos aún más, todo lo que le pedimos a Dios debe ser precedido y acompañado de acción de gracias: debemos orar con un corazón agradecido por lo que ya tenemos y también agradecerle de antemano por escuchar y responder nuestras oraciones. No importa por lo que oremos, la acción de gracias siempre debe ir con ello. Un buen hábito para desarrollar es comenzar todas nuestras oraciones con acción de gracias. Un ejemplo de esto sería: «Gracias por todo lo que has hecho en mi vida...»

Les animo a que examinen sus vidas, y presten atención a sus  pensamientos y palabras, y miren cuánta acción de gracias somos capaces de expresar ¿nos quejamos? ¿O somos agradecidos? Sí desarrollamos una actitud de acción de gracias en cada situación, veremos que somos capaces de ver cómo la mano de Dios nos sostiene. Dios les Bendiga!


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