El libro del profeta Zacarías.


Queridos
 amig@s! Continuamos con nuestro estudio bíblico hoy les hablamos del libro del profeta Zacarías que en el Antiguo Testamento nos describe la futura gloria del Mesías. Muchos eruditos describen a Zacarías como el más mesiánico de todos los libros del Antiguo Testamento porque contiene ocho referencias claras al Mesías en sus breves catorce capítulos.

Estructura Del Libro:

Los catorce capítulos de Zacarías pueden dividirse en dos grandes partes. En la primera, caps. 1-8, el profeta alienta al pueblo a terminar los trabajos de reconstrucción del templo. En la segunda, caps. 9-14, Zacarías pinta el futuro glorioso de Israel y la venida del Mesías.

En la primera sección, Zacarías se presenta como profeta de Dios y llama al pueblo a arrepentirse y apartarse de sus malos caminos. Parte de su pecado era no haber terminado la reconstrucción del templo. En una serie de ocho simbólicas visiones nocturna que tuvo el profeta (1.7-6.8), Zacarías alienta al pueblo a terminar su importante tarea. A estas visiones sigue la escena de una coronación (6.9-15), en la cual un sumo sacerdote llamado Josué es coronado sacerdote y rey, símbolo del Mesías que habrá de venir. Esta es considerada una de las profecías mesiánicas clásicas del Antiguo Testamento.

Los caps. 7--8 continúan otro importante elemento de la esperanza mesiánica: Aquel que ha de venir reinará con justicia en Sion, la ciudad de Jerusalén (8.3, 15-16).

La segunda parte importante del libro de Zacarías, que abarca los caps. 9--14, contiene las promesas de Dios para la nueva era que vendrá. El cap. 9 tiene una sorprendente descripción de la forma en que el Mesías entrará en Jerusalén: 'Tu rey vendrá a ti, justo y cabalgando sobre un pollino hijo de asna' (9.9). Fueron las palabras que utilizaron Mateo y Juan para describir la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén más de quinientos años después de que Zacarías hizo esta sorprendente predicción (Mt 21.5; Jn 12.15).

Otra promesa para el futuro que hallamos en esta sección incluye la restauración de Israel (cap. 10) y la liberación de Jerusalén de sus enemigos (cap. 12), así como su purificación como ciudad santa (cap. 13). Como el libro de Apocalipsis, Zacarías cierra con el tema del reino universal de Dios. Todas las naciones irán a adorarlo cuando Él extienda su dominio sobre todo el mundo (cap. 14)

ZACARÍAS:

I. El llamado al arrepentimiento 1.1-6

II. Las ocho visiones de Zacarías 1.7-6.8

Un bosquejo para el estudio y la enseñanza

A. Los caballos entre los mirtos 1.7-17

B. Los cuatro cuernos y los cuatro carpinteros 1.18-21

C. El hombre con el cordel de medir 2.1-13

D. La limpieza de Josué, el sumo sacerdote 3.1-10

E. La lámpara dorada y los olivos 4.1-14

F. El rollo volador 5.1-4

G. La mujer en la cesta 5.5-11

H. Las cuatro carrozas 6.1-8

III. La coronación de Josué 6.9-15

IV. El asunto del ayuno 7.1-3

V. Los cuatro mensajes de Zacarías 7.4-8.23

A. Se reprende la hipocresía 7.4-7

B. Arrepentimiento por la desobediencia 7.8-14

C. Restauración de Israel 8.1-17

D. Regocijaos en el futuro de Israel 8.18-23

VI. Las dos cargas de Zacarías 9.1-14.21

A. La primera carga: El rechazo del Mesías 9.1-11.17

1. Juicio sobre las naciones circundantes 9.1-8

2. Llegada del Mesías 9.9-10.12

3. Rechazo del Mesías 11.1-17

B. La segunda carga: El reinado del Mesías 12.1-14.21

1. Liberación de Israel 12.1-13.9

2. Reinado del Mes

Autor y Fecha:

La mayoría de los eruditos conservadores concuerdan en que el libro entero lo escribió un profeta de ese nombre, quien se identifica como hijo de Berequías (1.1). Pero algunos eruditos insisten que la segunda parte debe haber sido escrita por un autor desconocido. Opinan que está sección fue añadida treinta o cuarenta años después de que el profeta Zacarías escribió los primeros ocho capítulos.

Es cierto que estas dos secciones del libro tienen sus propias características. En la primera sección Zacarías exhorta al pueblo a terminar el templo, mientras que en la segunda sección está más interesado en el glorioso futuro. El vocabulario y el estilo de las dos secciones también son bastante diferentes. Y las profecías en estas dos secciones parecen basarse en épocas diferentes.

Los caps. 1--8, nos dice Zacarías, fueron profecías recibidas en el octavo mes del segundo año de Darío (1.1), y en el cuarto año del rey Darío (7.1). Estas referencias a Darío I de Persia (que gobernó del 522 al 486 a.C.) sitúan las profecías del 520 al 518 a.C. Pero los caps. 9--14 contienen una referencia a Grecia (9.13), lo que quizás indique que se escribieron después de 480 a.C., cuando el balance de poder en el mundo se inclinaba ya a favor de los griegos.

Una posible explicación es que Zacarías era muy joven cuando presentó sus profecías de la primera sección del libro. El libro mismo contiene una pista que puede indicarlo. En una de sus visiones, dos ángeles hablan entre sí sobre el profeta, y se refieren a él como 'este joven' (2.4). Así que es muy posible que Zacarías haya alentado a los judíos de Jerusalén en la primera parte de su ministerio y que haya entregado sus mensajes sobre el futuro, contenidos en la segunda parte, durante sus últimos años como profeta.

En cuanto al profeta mismo, poco se sabe aparte de lo poco que dice en su libro. Quizás era descendiente del sacerdote Iddo (1.1) que regresó de Babilonia (Neh 12.16). Esto quiere decir que Zacarías probablemente era sacerdote además de profeta, circunstancia poco común porque la mayoría de los profetas hablaban contra la clase sacerdotal. Como era joven cuando comenzó a profetizar en 520 a.C., Zacarías puede haber nacido en Babilonia.

Marco Histórico

Todo iba bien, aun en la reconstrucción del templo, hasta que los adversarios lograron detener la obra (Esd 4.4). Durante unos quince años, los judíos cayeron en el desaliento y el desinterés (Esd 4.24). Zacarías y Hageo, ambos profetas, animaron a Zorobabel y Josué (llamado 'Jesúa' en Esd 2.2 y Neh 7.7), y a todo el pueblo. Una vez animados, en unos cuatro años (sexto año de Darío, 516 a.C.) fue dedicada la casa de Dios (Esd 6.15).

El fondo histórico de la segunda parte (caps. 9--14) no se conoce con exactitud, ya que el profeta no da fechas. El contenido menciona condiciones distintas a las de la primera parte. Como existe una marcada diferencia entre las dos partes del libro se han presentado muchas teorías y argumentos en cuanto a fecha o fechas, autor o autores, y sobre la unidad del libro. Bien puede ser que el profeta Zacarías haya profetizado por muchos años y que la diferencia en el contenido revele los cambios en la condición del pueblo.

Aporte a La Teología

Una de las grandes contribuciones del libro de Zacarías es la fusión de los mejores elementos sacerdotales y proféticos de la historia de Israel. Zacarías comprendió que estos elementos eran necesarios en una fe genuina. Exhortó al pueblo a apartarse del pecado. Comprendió también que el templo y los ritos religiosos jugaban un papel importante en mantener al pueblo cerca de Dios. Como conjugó estos elementos en su propio ministerio, Zacarías contribuyó a preparar el camino para que la comunidad cristiana pudiera entender a Cristo como sacerdote y profeta.

Zacarías llama la atención por su desarrollo de un estilo apocalíptico profético cargado de simbolismos y lenguaje visionario relacionado con los días postreros. En esto, sus escritos se parecen a Daniel y a Apocalipsis. La visión de candelabros y olivos, jinetes y carrozas, cordeles de medir y cuernos coloca el libro y los otros dos mencionados en una clase aparte.

Zacarías también dijo mucho en cuanto al concepto de Dios como guerrero. Si bien esta era una imagen utilizada a menudo por los escritores bíblicos, Zacarías unió esta idea al concepto del Día del Señor (Jl 2). Su descripción del regreso de Cristo a la tierra como guerrero poderoso en el DÍA DE JEHOVÁ (14.1-9) es una de las conmovedoras profecías del Antiguo Testamento.

En ese día, según Zacarías, Cristo asentará sus pies sobre el Monte de los Olivos, y causará cambios violentos por toda la tierra (14.3-4). El día se cambiará en tinieblas y las tinieblas en luz (14.5-8). El mundo entero lo adorará cuando el Señor extienda su reino por 'sobre toda la tierra' (14.9).

Otros Puntos Importantes

Zacarías 12.10 es un versículo interesante que habla del reconocimiento por parte de Israel de Jesucristo como Salvador y Señor. Describe el día futuro en que el pueblo judío (la casa de David y los habitantes de Jerusalén) reconocerán la importancia de la muerte de Cristo. Esto los llevará a lamentarse, arrepentirse y salvarse (cf. Ro 11.25-27).

Pero la frase más sorprendente en este versículo es: 'Mirarán a mí, a quien traspasaron'. Hablando a través del profeta, el Señor se identifica como el que será traspasado. Junto con el Sal 22 e Is 53, estas palabras son una maravilla de inspiración al describir los resultados de la muerte de Cristo y también la manera en que murió para librarnos de nuestros pecados.

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