Reflexión para hoy.



Queridos amig@s! Ante la presencia de problemas de cualquier índole los seres humanos tendemos a buscar la solución en diferentes lugares, muchos son los que buscan en lugares equivocados. La historia de Ocozías la cual se registra en 2 Reyes 1:1-4 nos brinda un maravilloso ejemplo de lo que pasa cuando buscamos las respuestas en los lugares equivocados: 1:1-18

Ocozías, como su padre se inclinó a buscar el mal en lugar de Dios y poco a poco los problemas comenzaron a llegar a su vida, primero con la rebelión de Moab, una nación que durante los días de su padre se mantuvo sujeta a Israel y luego vino una terrible tragedia, que se narra en  2 Reyes 1:2 “Y Ocozías cayó por la ventana de una sala de la casa que tenía en Samaria…” al parecer la caída fue tan fuerte que estuvo postrado en cama enormemente enfermo y ni sus riquezas, ni sus posesiones o sus súbditos pudieron ayudarle en su sanidad.

Generalmente las personas como Ocozías viven confiadas creyendo que nada malo puede venir a sus vidas y jamás se preocupan por buscar a Dios. Cuando él considero la gravedad de su enfermedad pudo haber vuelto su rostro a Dios en busca de ayuda o haber llamado a los mejores médicos de Israel, pero como sabía que su relación con Dios estaba mal por causa de sus pecados, lejos de humillarse y buscar su ayuda decidió enviar a sus siervos a consultarle a un ídolo llamado Baal-zebub.

Muchas veces ante los problemas tendemos a pensar la forma de cómo solucionarlos sin considerar primeramente a Dios, esto es una mala costumbre.  Muchas personas hoy en día se ganan la desaprobación de Dios al acudir a la brujería, o a lugares específicos en busca de algún ídolo que ellos consideran que los puede sanar. Por esta razón Dios se molestó con Ocozias por su mala decisión y le dijo en 2 Reyes 1:6 “¿No hay Dios en Israel, que tú envías a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón? Por tanto, del lecho en que estás no te levantarás; de cierto morirás”

Solamente en Dios se encuentra la respuesta a todas nuestras necesidades y su deseo es que dependamos en todo tiempo de Él, sea en tiempos de paz como en tiempos de angustia, en la salud como en la enfermedad, en pobreza como en riqueza, en todo momento y para toda nuestra confianza debe estar únicamente en Él. Dios les bendiga!

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