El libro del profeta Daniel.


Queridos amig@s! Continuamos con nuestro estudio bíblico hoy les hablamos del libro de Daniel, uno de mis favoritos. Es un libro profético del Antiguo Testamento que recalca la verdad de que Dios es el Señor de la historia. Lleva el nombre de Daniel, su autor y personaje central, a quien Dios rescató milagrosamente de un foso de leones a donde lo habían arrojado por no querer orar a un Dios pagano.

DANIEL:

Primera parte: La historia personal de Daniel (1.1-21)

I. Daniel es llevado a Babilonia 1.1-7

Un bosquejo para el estudio y la enseñanza

II. La lealtad de Daniel en Babilonia 1.8-16

III. Reputación de Daniel en Babilonia 1.17-21

I. El sueño de Nabucodonosor 2.1-49

Segunda parte: El plan profético para los gentiles (2.1-7.28)

A. Nabucodonosor encubre su sueño 2.1-13

B. Dios revela el sueño 2.14-23

C. Daniel interpreta el sueño 2.24-45

D. Nabucodonosor asciende a Daniel 2.46-49

II. La imagen dorada de Nabucodonosor 3.1-30

A. Se prepara la imagen de Nabucodonosor 3.1-7

B. Los amigos de Daniel rehúsan adorarla 3.8-12

C. Los amigos de Daniel confían en Dios 3.13-18

D. Se protege a los amigos de Daniel en el horno 3.19-25

E. Ascensión de los amigos de Daniel 3.26-30

III. La visión del gran árbol de Nabucodonosor 4.1-37

A. La proclamación de Nabucodonosor 4.1-3

B. La visión de Nabucodonosor 4.4-18

C. Daniel interpreta la visión 4.19-27

D. La humillación de Nabucodonosor 4.28-33

E. La restauración de Nabucodonosor 4.34-37

IV. Belsasar y la escritura en la pared 5.1-31

A. Belsasar contamina los vasos del templo 5.1-4

B. Belsasar ve la escritura 5.5-9

C. Daniel interpreta la escritura 5.10-29

D. Belsasar muere 5.30-31

V. Decretos de Darío 6.1-28

A. Ascenso de Daniel 6.1-3

B. Darío firma un decreto tonto 6.4-9

C. Daniel ora fielmente 6.10-15

D. Daniel en el foso de los leones 6.16-17

E. Daniel es salvado de los leones 6.18-24

F. El decreto sabio de Darío 6.25-28

VI. Daniel y su visión de las cuatro bestias 7.1-28

A. La revelación de la visión 7.1-14

B. La interpretación de la visión 7.15-28

Tercera parte: El plan profético para Israel (8.1-12.13)

I. Daniel y su visión del carnero y el macho cabrío 8.1-27

A. La revelación de la visión 8.1-12

B. La extensión de la visión 8.13-14

C. La interpretación de la visión 8.15-27

II. Daniel y su visión de las 70 semanas 9.1-27

A. El entendimiento de Daniel 9.1-2

B. La intercesión de Daniel 9.3-19

C. La intervención de Gabriel 9.20-23

D. La revelación de las 70 semanas 9.24-27

III. Daniel y su visión del futuro de Israel 10.1-12.13

A. La preparación de Daniel 10.1-21

B. Los reyes del norte y del sur 11.1-35

C. El rey que se magnífica a sí mismo 11.36-12.3

D. La conclusión de

Estructura Del Libro

Los doce capítulos de Daniel pueden dividirse en tres secciones importantes: (1) Información acerca de Daniel (capítulo 1); (2) relatos sobre Daniel y tres amigos durante los días de cautividad entre los babilonios y los persas (capítulos 2-7); y (3) los sueños y visiones de Daniel referentes al futuro de Israel y los postreros días (capítulos 8-12).

El primer capítulo prepara el escenario para el resto del libro al presentar a Daniel y sus tres amigos, Ananías, Misael y Azarías. Los babilonios habían tomado cautivos a estos cuatro jóvenes en sus ataques contra Judá en 605 a.C. Como eran inteligentes y prometedores, los prepararon bien para servir en la corte del rey Nabucodonosor. Les cambiaron el nombre y la dieta para ajustarlos culturalmente en un intento por arrancarles su identidad judía. Pero Daniel y sus amigos se enfrentaron al reto, y demostraron que la alimentación de los judíos era superior a la de los babilonios. Los jóvenes crecieron en conocimiento y sabiduría y se ganaron el favor de la corte imperial.

En la segunda sección (capítulos 2-7), Daniel y sus amigos se vieron sometidos a diversas pruebas, pero a través de ellas demostraron que aunque estaban cautivos de un pueblo pagano, el Dios que adoraban todavía era el Rey de reyes. Los amigos de Daniel (que recibieron los nombres de Sadrac, Mesac y Abed-nego) no quisieron adorar a los dioses babilónicos. Los arrojaron entonces en un horno encendido. Para asombro de sus verdugos, el fuego no los quemó porque Dios les dio su protección. A Daniel, que no quiso adorar a Darío, el rey de Persia, lo echaron en una guarida de leones. Pero Dios intervino directamente y lo protegió. En todas estas pruebas se demostró que el Dios al que servían era superior al dios de sus captores.

La capacidad de Daniel como intérprete de sueños queda bien establecida en esta segunda sección del libro. Le interpretó varias visiones y sueños al rey Nabucodonosor de Babilonia. Mientras le revelaba lo que apareció escrito en la pared al sucesor de Nabucodonosor, Belsasar, dejó bien claro que el Imperio Babilónico sucumbiría ante los medos y los persas. Esto sucedió exactamente como dijo Daniel (5.13-31), quien continuó sirviendo en la corte del recién establecido rey persa.

La sección final del libro de Daniel (capítulos 8-12) consiste en una serie de visiones sobre una sucesión de reinados y los postreros tiempos. Estas visiones las tuvo el profeta durante sus años de cautiverio. Estando junto al río Tigris, vio en visión que un macho cabrío atacaba a un carnero. El macho cabrío simbolizaba a los griegos, quienes habrían de derrotar a los medos y a los persas (Dn 8.20-21). Este macho cabrío tenía cuatro cuernos, que representaban la futura división del Imperio Griego entre los cuatro generales de ALEJANDRO MAGNO.

En otra extraordinaria mirada al futuro, Daniel presenta la PROFECÍA de las setenta semanas. En esta visión, el ángel Gabriel reveló a Daniel que Israel un día volvería a su territorio después de su período de cautividad. Esto se vería años después con la llegada del Mesías. Pasado todo esto llegaría el juicio final y el fin de las edades.

El espectacular libro de Daniel concluye con una visión del juicio final, en el que los justos recibirán vida eterna y los malos recibirán el castigo que les impondrá Dios (12.8-9).

Autor Y Fecha

La mayoría de los eruditos conservadores creen que el libro de Daniel lo escribió el profeta y estadista de ese nombre que vivió cautivo de Babilonia y Medo-Persia casi setenta años después que comenzara su cautividad en 605 a.C. Pero esta teoría la rechazan algunos eruditos, quienes objetan los detalles específicos de las visiones proféticas de Daniel.

Daniel hizo varias predicciones sorprendentes. Predijo que después del Imperio Babilónico y el Imperio Medo-Persa llegarían los griegos bajo Alejandro el Grande. El Imperio Griego se dividiría más tarde entre los cuatro generales de Alejandro al morir este. Daniel dijo también que el pueblo judío sufriría una gran persecución bajo alguien que ascendería al poder tras la muerte de Alejandro.

La mayoría de los intérpretes identifican a este gobernante como Antíoco Epífanes, gobernador de Siria. Antíoco persiguió sin compasión a los judíos de 176-164 a.C. porque estos no querían adoptar prácticas religiosas paganas. Esto ha llevado a muchos a pensar que el escritor no fue el profeta Daniel, sino un autor desconocido cuatrocientos años después de la época de Daniel. Tal escritor, afirman, debe haber escrito el libro durante la persecución que desató Antíoco Epífanes para llevar esperanza y celo religioso al pueblo que sufría. Para los que apoyan dicha teoría, estas no son profecías sino la historia que se escribió después de los hechos y que alguien quiso atribuir a Daniel.

La realidad es que los que atacan la autenticidad del libro de Daniel no tienen suficientes evidencias. No hay ninguna razón verdaderamente convincente para abandonar la opinión tradicional de que este libro lo escribió el profeta Daniel. Según lo que el mismo libro dice, la cautividad de Daniel se prolongó desde el reinado de Nabucodonosor de Babilonia (1.1-6) hasta el reinado de Ciro de Medo-Persia (10.1), que concluyó allá por el 536 a.C. Daniel tiene que haber escrito el libro durante ese período o poco después. Su propósito fue enseñar que Dios es Señor de la historia y que no ha abandonado a su pueblo.

Aportes a La Teología

La mayor contribución teológica de Daniel surge de su naturaleza como profecía apocalíptica. Altamente simbólica en sus expresiones, la profecía de Daniel estuvo dirigida a lo que era el futuro cercano del profeta, pero aun hoy día contiene un mensaje para el futuro.

En la profecía apocalíptica, el futuro inmediato y el muy posterior a menudo parecen fundirse en uno. Un ejemplo de esto es la figura de Antíoco Epífanes, prominente en los capítulos 8 y 11 del libro. En estos pasajes vemos al personaje que profana el templo en el 168 a.C. actuando como el anticristo de los postreros días (8.23-26; 11.36-45; Ap 13.1-10). Estos saltos del futuro cercano al distante han confundido a muchos, pues hacen difícil interpretar correctamente el libro.

La narración de Daniel llega a su clímax en la visión de 10.1-12.4. Ahí se ve claramente que Daniel trata uno de los problemas más agudos de la experiencia humana: qué significa vivir la fe bajo la opresión de un gobierno tiránico. Y el camino que Daniel parece recomendar está bien resumido en las palabras: 'el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará' (11.32).

La base de todo en el libro es el conocimiento de Dios (su carácter y su voluntad), verdadero, profundo y creciente. Se puede ver esto en toda la experiencia personal de Daniel. La idea determinante es que Dios es soberano sobre toda la historia. Las visiones de los reinos del mundo (caps. 2; 7; 8; 10-12) revelan que Dios sí tiene un plan y que su voluntad se cumplirá. El creyente puede confiar en Dios, a pesar de las circunstancias.

Daniel muestra una actitud consecuente en cuanto al compromiso con Dios. No importa cuán excepcional sea el poder humano que impere, el creyente orienta su vida hacia el camino de Dios (1.8-21; 3.1-30; 6.1-28).

En Daniel se encuentra la figura del 'HIJO DEL HOMBRE' (7.13, 18), término que llegó a ser el título propio de Jesús. También en Daniel se nos presenta la explicación más detallada de la esperanza de resurrección en el Antiguo Testamento (12.2).

Uno de los asuntos más llamativos del libro es la respuesta de Dios a las oraciones del siervo fiel. En ocasiones Dios manifiesta su poder mediante la aparición de seres celestiales (9.20-23).

El libro de Daniel proporciona el marco estructural para el libro de Apocalipsis, y es en Apocalipsis donde el contenido de la última semana profética (9.27) se desarrolla.

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