El libro de Lamentaciones.


Queridos amig@s! Continuamos con nuestro estudio bíblico hoy les hablamos del libro de Lamentaciones, éste libro se leía en las sinagogas el Día de Luto por la destrucción del templo (el 9 de abril, o sea, julio/agosto). El nombre en las versiones cristianas se deriva del que se halla en la Septuaginta: threnoi (endechas o lamentos), que fue traducido Lamentaciones en la Vulgata. El título hebreo es eka (¡cómo!), clásica exclamación de lamento hebreo (1.1; 2.1; 4.1).

Estructura Del Libro

Consta de cinco poemas en forma de endechas o lamentos fúnebres, de los cuales los cuatro primeros forman un acróstico; cada línea empieza con letras sucesivas del alfabeto hebreo (cf. Sal 119). Esto sirvió no solo para facilitar la memorización, sino para expresar más plenamente la totalidad del dolor, a lo cual contribuye también el ritmo de las líneas breves y plañideras del capítulo 3 y el constante contraste entre la brillante situación anterior y aquella humillante en que la desgracia lamentada ha sumido a la ciudad (1.1; 4.1, 2).

Autor Y Fecha

Lamentaciones en sí mismo es anónimo, pero generalmente ha sido atribuido a Jeremías. Así lo hacen la Septuaginta y la Vulgata, siguiendo una tradición judía, tal vez basada en 2 Cr 35.25. Pero este pasaje se refiere a la muerte de Josías y no da base para atribuir Lamentaciones a Jeremías. Los eruditos han debatido la posibilidad aduciendo razones de estilo, ideas dominantes y las circunstancias de la vida de Jeremías, pero han llegado a conclusiones opuestas. En todo caso, se trata de un testigo (o varios) de la caída de Jerusalén y no puede ser posterior al regreso en 538 a.C.

LAMENTACIONES:

I. La destrucción de Jerusalén 1.1-22

A. El lamento del profeta Jeremías 1.1-11

Un bosquejo para el estudio y la enseñanza

B. El lamento de la ciudad de Jerusalén 1.12-22

II. La ira de Dios 2.1-22

A. La ira de Dios 2.1-9

B. La agonía de Jerusalén 2.10-17

C. El clamor de Jerusalén 2.18-22

III. La oración por misericordia 3.1-66

A. Grito desesperado de Jeremías 3.1-18

B. Confesión de fe de Jeremías 3.19-39

C. Condición necesitada de Jeremías 3.40-54

D. Confianza en Dios de Jeremías 3.55-66

IV. El sitio de Jerusalén 4.1-22

A. Las circunstancias durante el sitio 4.1-10

B. La causa del sitio 4.11-20

C. Las consecuencias del sitio 4.21-22

V. La oración por restauración 5.1-22

A. Repaso de la necesidad de restauración 5.1-15

B. El arrepentimiento del pecado 5.16-18

C. La súplica de restauración

Marco Histórico

La ocasión histórica de los poemas es la toma y destrucción de Jerusalén por los caldeos (586 a.C.). Aunque no se ofrece prueba histórica directa (excepto 4.22), la coincidencia con las descripciones de los últimos días de Judá son inconfundibles (sitio: 2 R 25.1, 2; Lm 2.22; 3.5, 7; hambre: 2 R 25.3; Jer 37.21; Lm 1.11, 19; 2.11, 12, 19, 20; 4.4, 5, 9, 10; fuga del rey: 2 R 25.4-7; Lm 1.3, 6; 2.2; 4.19, 20; saqueo del templo: 2 R 25.13-15; Lm 1.10; 2.6, 7; incendio del templo, palacio, etc.: 2 R 25.8, 9; Lm 2.3-5; 4.11; 5.18; matanza de los líderes: 2 R 25.18-21; Jer 39.6; Lm 1.15; 2.2, 20; cautiverio de los habitantes: 2 R 25.11, 12; Lm 1.1, 4, 5; 2.9, 14; 3.2, 19 y muchas otras. Aunque el tercer poema es individual, se trata de una personificación de Judá (cf. 1.13-16). Por tanto, son lamentos nacionales, probablemente utilizados en el culto durante los días de ayuno y arrepentimiento (cf. Zac 7.1-5).

Aporte a La Teología

Junto con los demás libros de sabiduría, Lamentaciones escudriña el misterio del sufrimiento y la voluntad de Dios. El mensaje combina el elemento sacerdotal, el profético y el de la sabiduría (NDB). La angustia del pueblo desolado es presentada a Dios en oración. Pero junto a esta oración intercesora, está el reconocimiento profético: el desastre es un juicio de Dios, Judá ha caído a causa de su pecado. Dios, sin embargo, castiga para llamar al arrepentimiento (3.25-30) y no dejará de confirmar su pacto (3.19-24).

Otros Puntos Importantes

Lamentaciones tiene muchas expresiones extrañas como 'hija de Sion' (2.1), 'hija de Judá' (2.5) e 'hija de Jerusalén' (2.15). Estas expresiones se refieren a los lugares mismos, y en su debido contexto expresan el supremo dolor que el Padre siente por el castigo que tuvieron que recibir. Esto nos habla del dolor de Dios al tener que castigar a su pueblo pecador; mas el hecho de que se les siga llamando hijas expresa que hay gran esperanza en medio de su situación tan desesperada. En Dios siempre hay esperanza.

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