Reflexión para hoy.
Queridos amig@s! Cada vez que hablamos demasiado y escuchamos poco estamos comunicando a los demás que nuestras ideas son más importantes que las de ellos, por esta razón, Santiago aconsejaba a través de este texto, “... todo hombre sea pronto para oír…”, seguro que nos beneficia cambiar esta actitud que nos impide llevar una buena interacción con quienes nos relacionamos. El oído forma parte de uno de los sentidos más útiles para el ser humano, y saber escuchar es fundamental para nuestras relaciones interpersonales, y no solamente en este ámbito, sino también en el espiritual, el libro de proverbios nos aconseja lo siguiente, (5:1-2) “Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído, para que guardes consejo...”. Leer con atención y entender el texto, es también escuchar. Sí leemos los evangelios podemos escuchar cada uno de sus consejos y beneficiarnos de ellos, incluso podemos beneficiar a otras personas si compartimos con ellos lo que aprendemos.