Reflexión para hoy.
Queridos amig@s! Hoy les quiero hablar sobre la preocupación, “La preocupación es un estado de desasosiego, inquietud o temor producido ante una situación difícil o problema.” Este tipo de turbaciones entre otras cosas pueden dañar tu salud, dar lugar a que el objeto de tu angustia consuma tus pensamientos, disminuir tu productividad, afectar negativamente la forma en que tratas a otros, y lo que es peor, ser capaz de reducir tu capacidad de confiar en Dios. La Biblia en Filipenses 4:6 nos enseña claramente a los cristianos que evitemos la preocupación: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” A través de este texto deberíamos aprender a trasladar todas nuestras necesidades y preocupaciones ante Dios en oración, en lugar de preocuparnos por ellas. Cuando nos hacemos cargo de nuestras presiones y problemas estamos afirmando que no confiamos totalmente en Dios y que nosotros podemos con todo solos