Reflexión diaria.

 

Queridos amig@s! A todos nos agradan los elogios, pero muy pocos saben cómo manejar la crítica constructiva. A nadie le gusta estar equivocado, por eso es difícil decirnos algo que no queremos oír. Pero debemos estar agradecidos por la honestidad en otras personas, porque las críticas, siempre que sean dichas con el ánimo de ayudar y no de dañar, pueden ser una de las mejores formas que nos encontremos para cambiar y mejorar como personas. Una vez leí: “Solo dos personas te dirán la verdad sobre ti mismo: alguien que está enojado contigo y alguien que te ama mucho”. Dios usa ambos tipos de personas en nuestras vidas, pero Él especialmente usa la honestidad de amigos y seres queridos. Cuando alguien puede en amor mostrarte honestamente cómo puedes mejorar, los resultados son mucho más valiosos que elogios vacíos y egoístas. Es este tipo de relación que La Biblia describe como “hierro que afila el hierro”. Debemos estar agradecidos con las personas que nos dicen la verdad sobre nosotros mismos, incluso si no es lo que nos gustaría escuchar. Cuando escuchamos la verdad, especialmente de algo que no esperamos oír, tenemos que ser conscientes de que necesitamos un cambio. Puedes tomártelo cómo una oportunidad para superarte. En definitiva, la honestidad nos hará mejores personas.
Seamos honestos con los demás y especialmente con nosotros mismos!

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