El libro de Job.


Queridos amig@s! Seguimos con nuestro estudio bíblico hoy le toca al libro de Job, que es un libro del Antiguo Testamento, escrito casi todo en forma poética. Su tema principal es el sufrimiento del justo.

El libro toma el nombre del personaje principal, Job.

Estructura Del Libro

Job comienza con dos capítulos de introducción. Los capítulos 3 al 37 constituyen el núcleo del libro y pueden dividirse en cuatro partes bien definidas. La primera contiene el diálogo con Job que entablan Elifaz, Bildad y Zofar. Este diálogo a su vez tiene tres ciclos de discursos en que hay una intervención de cada amigo y la respuesta de Job. El primer ciclo va del capítulo 3 al 14, el segundo del 15 al 21 y el último del 22 al 26.

La segunda parte de la sección poética la constituyen los capítulos 27-31, de los cuales el 28 es un bello elogio de la sabiduría. Los capítulos 29-31 son un resumen que Job hace de todo el debate anterior.

La tercera está formada por el largo discurso de Eliú en los capítulos 32-37. Este personaje no se ha mencionado antes en el libro. Parece ser un joven sabio que ha llegado cuando el debate estaba ya en marcha y que, después que los tres amigos de Job no tienen ya nada que añadir, resuelve también intervenir. Su discurso repite en gran parte lo que ya se ha dicho, pero con la novedad de que su intervención establece un giro distintamente teológico.

La última palabra en el asunto la tiene Jehová (38.1-42.6), y esta constituye la cuarta y última parte de la sección poética. Es la parte culminante de todo el poema.

El ambiente y la terminología del poema sugieren un tribunal en el cual Job ocupa el banquillo de los acusados. Nótese que aunque la magnitud de los sufrimientos y de la paciencia en el caso de Job se han vuelto proverbiales, no es esto lo que constituye el meollo del poema. A Job le preocupan intensamente sus relaciones directas y personales con Dios. Su gran querella consiste en saber por qué Dios lo ha abandonado.

Las respuestas de sus amigos fatigan e impacientan a Job porque representan las impugnaciones prefabricadas de personas que, a base de un concepto individualista de Dios, juzgan por igual todas las circunstancias y a todas las personas. Él los oye con atención pero, aunque entiende la lógica de sus argumentos, sospecha que las bases de su razonamiento no son firmes; que la explicación de su problema no puede ser tan simple, tan automática ni tan final. Poco a poco va impacientándose con sus interlocutores porque ve en su actitud y en sus conceptos un enorme muro que se interpone entre él y su Dios. En varias ocasiones expresa el deseo de ir directamente a Dios para que sea Él quien lo juzgue. Expresa la certeza de que su Vindicador vive y de que en algún momento le responderá en forma adecuada.

Job aboga insistentemente por un acceso personal y directo a Dios, y en sus interlocutores solo ve a intermediarios que le impiden este acceso y que le ofrecen conceptos estereotipados imposibles de aceptar. Por eso ninguno, ni siquiera Eliú, que se jacta de su sabiduría y de tener en su haber todas las respuestas, puede responder satisfactoriamente a la querella de Job. No obstante, la paz y la alegría regresan al alma de Job cuando directamente oye la voz de Jehová (38-42).

El poema llega a su clímax en 42.5 con las palabras de Job: 'De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven', y en el repudio que Dios hace de los interlocutores de Job y el respaldo que da a este en 42.7. Nótese que, cuando Job pronuncia sus palabras de satisfacción en 42.5, su enfermedad había llegado a extremos espantosos. Esto no preocupa a Job ante el gozo de haber podido, al final, pasar por encima de sus intermediarios y haber llegado al tribunal divino. Por eso el libro de Job va más allá del problema que se toca de paso en el diálogo; llega hondamente al problema de cómo entendemos la relación entre el hombre y Dios.

JOB:

Un bosquejo para el estudio y la enseñanza

I. Las circunstancias de Job 1.1-5

Primera parte: El dilema de Job (1.1-2.13)

II. El primer asalto de Satanás 1.6-22

III. El segundo asalto de Satanás 2.1-10

IV. La llegada de los amigos de Job 2.11-13

I. El primer ciclo de debate 3.1-14.22

Segunda parte: Los debates de Job (3.1-37.24)

A. Primer discurso de Job 3.1-26

B. Primer discurso de Elifaz 4.1-5.27

C. Respuesta de Job a Elifaz 6.1-7.21

D. Primer discurso de Bildad 8.1-22

E. Respuesta de Job a Bildad 9.1-10.22

F. Primer discurso de Zofar 11.1-20

G. Respuesta de Job a Zofar 12.1-14.22

II. El segundo ciclo de debate 15.1-21.34

A. Segundo discurso de Elifaz 15.1-35

B. Respuesta de Job a Elifaz 16.1-17.16

C. Segundo discurso de Bildad 18.1-21

D. Respuesta de Job a Bildad 19.1-29

E. Segundo discurso de Zofar 20.1-29

F. Respuesta de Job a Zofar 21.1-34

III. El tercer ciclo de debate 22.1-26.14

A. Tercer discurso de Elifaz 22.1-30

B. Respuesta de Job a Elifaz 23.1-24.25

C. Tercer discurso de Bildad 25.1-6

D. Respuesta de Job a Bildad 26.1-14

IV. La defensa final de Job 27.1-31.40

A. Primer monólogo de Job 27.1-28.28

B. Segundo monólogo de Job 29.1-31.40

V. La solución de Eliú 32.1-37.24

A. Eliú interviene en el debate 32.1-22

B. Primera refutación de Eliú 33.1-3

C. Segunda refutación de Eliú 34.1-37

D. Tercera refutación de Eliú 35.1-16

E. Conclusión de Eliú 36.1-37.24

I. La primera controversia de Dios con Job 38.1-40.5

Tercera parte: La liberación de Job (38.1-42.17)

A. Primer reto a Job 38.1-40.2

B. Primera respuesta de Job a Dios 40.3-5

II. La segunda controversia de Dios con Job 40.6-42.6

A. Segundo reto de Dios a Job 40.6-41.34

B. Segunda respuesta de Job a Dios 42.1-6

III. La liberación 

Autor Y Fecha

El libro no da indicaciones ni del autor ni de la fecha de su escritura. Por no mencionar la historia de Israel ni sus ritos religiosos, algunos lo han fechado en el tiempo de Moisés o los patriarcas. Sin embargo, aunque la base histórica de la narración pudiera ser tan antigua, probablemente el libro fue escrito posteriormente. Se han sugerido muchas fechas entre el tiempo de Salomón (950 a.C.) y 250 a.C. Muchos prefieren la última parte de este período, pero ciertos paralelos con la poesía de UGARIT sugieren una fecha entre 950 y 500 a.C.

Marco Histórico

Los hechos que se describen en Job pueden haber ocurrido siglos antes de que se escribiera el libro. Job bien puede haber vivido en tiempos de Abraham, allá por el 2000 a.C.

Como Abraham, la fortuna de Job se medía en términos de rebaños y ganado. Conforme a la costumbre patriarcal, los hijos casados de Job eran parte de su casa. Vivían en tiendas apartes, pero se sometían a la autoridad del jefe de la familia.

Aporte a La Teología

Job parece abrir la puerta al concepto neotestamentario de la gracia, al plantear que Dios está más allá de la misma Ley y de las interpretaciones que los hombres hicieron de ella en momentos específicos. Ese concepto nos lleva a confiar en Dios en cualquier circunstancia. No ganamos nada con tratar de entender el porqué de la dificultad. A veces el justo sufre sin saber por qué, de ahí que sea importante aprender a dejarlo todo en las manos de Dios.

Por otro lado, este magistral libro, nos deja ver que Dios no está amarrado ni a este mundo, ni a su pueblo, ni al concepto que tengamos de la naturaleza divina. Dios es libre y soberano. Ante su grandeza nos sentimos empequeñecidos. Como Job, no hallamos más remedio que rendirnos a Él con humildad.

El libro no termina sin recalcar que Dios es bueno y justo en todos sus tratos. Al final restauró a Job y hasta le dio más de lo que antes tenía. Si permanecemos fieles, a la postre Dios siempre disipa las tinieblas de nuestra existencia con la luz de su presencia.

Otros Puntos Importantes

Lo primero que llama la atención al intentar analizar el libro de Job es que los dos primeros capítulos y el último, a partir del v. 7, están escritos en prosa y parecen servir únicamente de punto de partida y de conclusión, respectivamente, al cuerpo mismo del libro (3.1-42.6), que está todo escrito en verso. Este fenómeno se trata ampliamente en los comentarios. Muchos lo ven como indicación de diferentes autores. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que este estilo, A. B. A., es conocido en otras literaturas antiguas. Un ejemplo es el código de Hammurabi, que tiene un prólogo en poesía, las leyes en prosa y un epílogo en poesía.

Job es un joya de la literatura universal. Por ello, y por el contundente impacto de su contenido, tenemos que leerlo y releerlo con detenimiento.

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