Reflexión diaria.


Queridos amig@s! ¿Alguna vez han visto una copa de cristal de swaroski? Es un vidrio tan transparente y de tanta calidad que la misma fábrica de cristal hace lentes para telescopios. Un corazón como ese cristal es lo que necesito hoy para enseñar la belleza de las enseñanzas de Jesucristo. 

En nuestra sociedad abundan los que no quieren ser transparentes y viven en las sombras de su propia vanidad.

Los encontramos en todos lados, su preocupación constante es ocultar, porque cuando los problemas y los defectos se exponen, el ser humano tiene temor de perder credibilidad y no quiere dañar su reputación. Si es necesario mentir…mentiremos, parece decir el obstinado en lo profundo de su corazón. Los encontraremos discutiendo en los círculos de la política… “¿Cómo podremos ocultar esto?. El pueblo no debe saberlo”.

Nunca podremos engañar a Dios.

El pueblo tarde o temprano sabrá la verdad. La gente no pide perfección, pero si honestidad.

Él que es honesto y trasparente contará con el apoyo del pueblo y la bendición del Señor.

En este país parece que nuestros líderes son unos artistas en el género de saber ocultar. Mal manejo de dinero, problemas morales, conflictos de intereses, ocultamiento y confabulación de líderes para cumplir con una agenda carente de moral. 

Dios quiere que comencemos a vivir sin falsedad, con el corazón abierto.

Al fin de cuentas la gente no busca en nosotros perfección sino honestidad y honestidad es transparencia y la transparencia es como ese cristal de calidad.

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