Reflexión para hoy.
Queridos amig@s! Recuerdo que un día mandé a mis hijos a comprar el pan, yo les esperé fuera, vi entonces que la panadera les da el pan y además les regala dos piruletas.
Mi hijo pequeño rápidamente se la comió y mi hija mayor la guardo. Yo la pregunté: «no la quieres?» ella me dijo: «ahora no, mañana me comeré»
Esta experiencia con mis hijos, me hizo reflexionar sobre la manera en que Dios se ocupa de nosotros: si los recursos son escasos, El Señor suplirá lo necesario para satisfacer nuestra necesidad. Por su parte en época de abundancia nos guiará a ahorrar para los tiempos difíciles.
Ambos niños representaron una cara de esa moneda, si lo observamos desde ese punto de vista, el pequeño recibió en tiempo de escasez su recurso y la mayor, en abundancia, decidió guardar el presente para otro momento.
La Biblia nos cuenta estas verdades y nos revela además, que Dios no sólo provee en tiempos de necesidad, sino que también instruye a aquellos que poseen en abundancia a compartir con los que requieran ser ayudados. Deuteronomio 24:19 «no siegues toda tu mies, guarda algo que será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda…para que te bendiga tu Dios en toda obra de tus manos».
La palabra del Señor es sabia y así nos instruye: trabajemos mientras podamos, ahorremos lo que esté en nuestras manos, en abundancia, compartamos con otros y confiemos siempre, que ante cualquier circunstancia, Dios estará allí para suplir nuestras necesidades.
Les deseo un feliz día!