Reflexión diaria.

Queridos amig@s! Si deseamos sentirnos útiles, debemos comenzar pensando en los demás. Cuando vemos todo el bien que podemos hacer a aquéllos que nos rodean es cuando empezamos a comprender lo que significa ser útil.

Ser útil significa que somos de bendición no sólo para nuestros seres queridos, también para aquellos que son abandonados por la sociedad. Ser mezquino y tacaño es el camino del mundo hacia la prosperidad, pero no es el camino que Dios recomienda, pues Él dice: “Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.”
Jesús nos enseña la forma en la que se gana algo valioso: dando.
Podemos dar tantas cosas... desde nuestro tiempo, ya sea como voluntario en una obra social, o escuchando a alguien que necesita compañía, o simplemente dando un abrazo y regalando palabras amables, no todo lo que podemos ofrecer tiene que ser algo material, nuestro Señor nos da muchas cosas que no podemos ver, Él siempre nos regala su amor, su perdón, cuida de aquellos que no lo olvidan.
No seamos tacaños y nuestros corazones no pasarán hambre. No sufriremos necesidad alguna de afecto, de esperanzas y alegrías. Seamos generosos, pues así seremos semejantes a nuestro Señor Jesús. Él se entregó por tod@s: ¿habría yo de escatimarle algo? 
Él nos dijo: quién es generoso con los demás, hace un bien a Dios mismo. Recordemos esto cuando veamos a alguien que nos pida un favor, mejor aún no esperemos que nos pidan ayuda, ofrezcamos nosotros primero!
Dios les Bendiga! 

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