Reflexión diaria.
Queridos amig@s! Recordemos que Jesús pagó con Su sangre preciosa nuestra libertad, así que valoremos su sacrificio, apreciemos nuestra libertad, no dejemos que nada ni nadie nos la quite ni la perturbe. A veces no apreciamos lo que no nos ha costado pero entendamos todo el sufrimiento que Cristo pasó, para que fuésemos libres, para que dejáramos de ser esclavos del hombre y del pecado. A veces le damos fácilmente nuestra libertad a otras personas que nos oprimen porque se creen superiores a nosotros, recordemos que todos somos valiosos, nuestro Padre nos ama y nos aprecia tanto que mandó a su hijo unigénito para salvarnos, entonces no nos dejemos humillar por seres terrenales iguales a nosotros. Por otra parte nuestro Padre misericordioso y amoroso nos dio la libertad para poder decidir, Él no nos obliga a que lo amemos y lo sigamos, al contrario nos da libertad de escoger nuestro camino, aunque nuestras decisiones nos alejan de Él y le duelan, Dios las respeta y nos espera hasta que regresemos a Él. Reflexionemos y pensemos si últimamente nuestra libertad está siendo atacada, no sólo por las personas de nuestro entorno, quizás nuestra libertad esta siendo amenazada por aquéllos que pretenden gobernar con la escusa de hacer una sociedad mejor, cometiendo el herror de imponer sus criterios sin contar con la voluntad de Dios.
No perdamos la libertad que Cristo nos otorgó por medio de su sacrificio de amor, mejor apreciémosla y démosle las gracias al Señor porque en medio de su misericordia nos regaló la libertad que no merecíamos. Acerquémonos a nuestro Padre y amémoslo como Él nos ama a nosotros. Él será nuestra ayuda y guía en estos días inciertos. Dios les Bendiga!