Reflexión diaria.
Queridos amig@s! Que ley más hermosa y veraz nos dejó Cristo Jesús. Que simple y maravillosa fuera la vida si todos nos amáramos los unos a los otros, porque cuando hay amor no hacemos nada que pueda dañar a la otra persona. Si nos colocáramos en el lugar de las otras personas y las tratamos como nos gustaría que nos trataran, nuestras acciones nunca pasarían por encima de los demás y mucho menos actuaríamos en pos de perjudicar a alguien. No seriamos egoístas, ni envidiosos, no habría tanta maldad y desgracia en el mundo. Toda la ley de Dios como la de los humanos se resume en AMOR, porque si tenemos amor cumplimos la ley tal como lo dice Romanos 13:10. En este mundo tan “desarrollado” nos estamos quedando sin amor, cada vez hay más injusticias, corrupción, maldad, no pensamos en los demás, no nos importa afectar a otra persona si nosotros saldremos beneficiados. A veces ni amor a nosotros mismos nos tenemos. Empecemos a aplicar esta ley en nuestras vidas y compartámosla con otros. Oremos y pidámosle a Dios que nos ayude a actuar con amor, que nos renueve cada día, que nos dé un nuevo corazón, que nos enseñe a ser más benevolentes porque solos no podemos, pero con Dios en nuestro corazón todo es posible.
Que nos ayude a ser testimonio vivo para otras personas, para que éstas puedan llegar al Señor y transformar sus vidas. Roguémosle a Dios que nos ayude a reflejar su amor y veremos como de esta forma empezamos a vivir libres, si cadenas que aten nuestro corazón. Dios les Bendiga!