Reflexión diaria.
Queridos amig@s! Para una persona como Bartimeo quien según se aprecia en la Biblia era mendigo, las pocas cosas materiales por muy insignificantes que parezcan para los demás suelen tener un valor irremplazable, para él despojarse de alguna de sus pocas pertenencias significaba un gran esfuerzo, sin embargo, a él no le importó y tras recibir el llamado de Jesús fue hacia Él. De la misma forma que se relata esta historia muchos de nosotros tenemos cosas de las cuales deshacernos para poder llegar a Jesús, y no necesariamente son las cosas materiales, sino que por el contrario existen en nosotros ciertos rasgos de carácter, conducta y formas de vida que es necesario dejar atrás para poder seguirle, en Hebreos 12:1 encontramos lo siguiente: “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,” definitivamente cada uno de nosotros tiene una “capa espiritual” de la cual despojarse al llegar a Jesús representados de distintas formas, y aunque en algunos casos no somos conscientes de tenerlos, otros muchos saltan a la vista de los demás, y solo dependerá de nosotros mismos erradicarlos de nuestras vidas. Pero ¿cómo identificarlos?, hacerlo es muy fácil, simplemente todo lo que nos impida ir a Dios, todo lo que nos aleje de su presencia, nos restrinja el congregarnos, en fin, todo lo que nos delimite ir más allá en la búsqueda de Dios debemos arrojarlo de nuestra vida y continuar el buen camino que un día emprendimos hacia Jesús. Nunca olvides que todo lo que tenemos es por Dios, y si es por Él, es de Él, por esta razón no dudes en alejarte de todo lo que te aparte de tu creador. Dios les Bendiga!