Reflexión diaria
Queridos amig@s! Sin lugar a dudas, toda persona que quiera hacer la diferencia, deberá tener una buena comunión con Dios, pues por mucho que intentes, con tus capacidades personales no podrás, pues la santidad va de la mano con la capacidad de ser diferente. Dios nos ha llamado para ser diferentes, para mostrar al mundo que se puede vivir una vida santa que no esté mezclada con lo corrompido, con lo mundano y vulgar tan de moda hoy. Tenemos que demostrar que ya no somos los mismos de antes y que hemos propuesto en nuestro corazón no contaminarnos con los placeres de este mundo. Dios nos llama a grandes cosas, pero depende de cada uno de nosotros si queremos ser accesibles a la voluntad de Dios para nuestra vida, o ser todo el tiempo seres humanos pasivos que se conforman con llevar una vida de simplicidad de acuerdo con la mayoría. La Biblia en Daniel 1:8 expresa lo siguiente: “Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía…” este joven determinó que no iba a contaminarse, o no iba a comprometer su integridad participando de costumbres paganas (la comida en cuestión era sacrificada a los ídolos), de esta forma estaba siendo fiel a su convicción de hacer lo correcto y no ceder a las presiones del mundo. A menudo nos vemos presionados a bajar nuestras normas y vivir más como el mundo que nos rodea. No basta con preferir o desear hacer la voluntad de Dios para resistir los embates de la tentación, sino que debemos proponernos obedecer a Dios. Ahora bien, así como Daniel ¿ya propusiste en tu corazón hacer la diferencia en el mundo en el que vives? Es hora de que despertemos y nos demos cuenta que hemos sido llamados para ser diferentes, hemos sido llamados para testificar al mundo que Cristo puede transformar las vidas de aquellos que lo buscan de corazón, es necesario que nos levantemos y mostremos con nuestras actitudes, con nuestra forma de hablar y dirigirnos en la vida, que somos diferentes porque amamos a Dios y queremos agradarle. Dios les Bendiga.