Reflexión diaria.
Queridos amig@s! Alguna vez pensaron: “¿por qué no hice esto?” o tal cosa, “nada de esto hubiera sucedido si yo hubiera actuado a tiempo”, o “¿por qué tuve que tomar tal decisión?”, estos autorreproches no nos suceden solamente a algunos, sino que es un acto bastante común en la sociedad, por lo que llegamos a hasta comprender cuándo vemos a alguien lamentarse por las caídas que ha sufrido, o por las malas decisiones que ha tomado debido a las consecuencias que conllevaron, sin embargo, aunque estos son pensamientos que muchas veces llegan a nuestra mente, Dios quiere que nos volvamos a levantar y avancemos a lo que tenemos por delante, pero para hacerlo es necesario que comprendas que el fracaso es una parte normal del éxito. Las personas que han alcanzado importantes logros o metas han podido superar los obstáculos que se les oponían, al igual que sus terribles caídas. Pero ellos han aprendido de estas experiencias y han decidido levantarse, porque la realidad es que de los errores también se aprende. La Biblia en 2 Corintios 7:10 dice: “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”, a través de este texto se indican dos tipos de tristeza o de arrepentimiento, una tristeza según Dios y la tristeza del mundo. La tristeza según Dios produce arrepentimiento, es decir, nos motiva a cambiar y actuar, mientras que la tristeza del mundo conduce a la muerte, debido a que la persona se deprime, atemoriza y pierde el ánimo de vivir. Si bien es cierto, que todos cometemos errores, fracasamos, y hemos caído, no obstante, debes creer y declarar con fe que lograrás el cumplimiento del plan que Dios tiene para ti. Es momento de cobrar ánimo y seguir el camino que has emprendido, un buen comienzo es dejar de lado la autocompasión y no lamentarse por lo que hiciste o dejaste de hacer. No te quedes pensando solo en lo que hubiera sido, Dios quiere que lo logres así que persiste en el Señor y sentirás la bendición llegar a tu vida. Dios les Bendiga!
