Reflexión diaria.



Queridos amig@s! El enemigo más grande y destructivo no solamente del pueblo de Dios sino también entre las relaciones interpersonales, es el chisme, el cual  consiste en contar alguna información o noticia acerca de alguien con el objetivo de destruir o dañar, ya sea falsa o verdadera, con el objetivo de hacer daño o de difamar.El chisme viaja de oído a oído, y lo hace tan rápido como las telecomunicaciones, por lo que muchas veces no medimos el impacto que puede llegar a causar, tiene la característica particular de ir aumentando el contenido de la información a medida que pasa de boca a boca, llegando a causar muchas veces daños irreparables. En estos tiempos difíciles se está manipulando la información y las noticias con el objetivo de sembrar el temor y la duda en la sociedad. 

Debemos estar atentos y no compartir noticias que no sepamos si son ciertas y mantenernos escépticos ante las noticias que pretenden dañar la imagen de los que creemos en Cristo, recordemos que por un "garbanzo negro" no se estropea el contenido de la oya. El libro de Proverbios tiene una larga lista de versos que nos advierten los peligros del chisme y los daños irreversibles que resultan cuando cedemos a este pecado como Proverbios 11:12-13 “El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla.  El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo”. Practicar el chisme entre nosotros trasgrede la ley de Dios, es momento de que te arrepientas por tu mal proceder, y ores a Dios para que puedas sujetar tu boca para no hablar cosas vanas. Además, si dejamos de distraernos con nuestro prójimo, podríamos concentrarnos más en nosotros y en cómo mejorar de acuerdo con el plan de Dios, no nos perdamos del camino por estar pendiente de las críticas destructivas y el difamar a personas o instituciones. El único que tiene el derecho de juzgar es el Señor. Dios les Bendiga.

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