Reflexión diaria.



Queridos amig@s! Es común escuchar entre las personas “Yo creo en Jesús”, pero no todos le han confesado y aun así dicen tener en su corazón una verdadera convicción de fe, y quizás puedas preguntarte ¿por qué es necesario hacerlo? La respuesta a esta interrogativa la encuentras en (Romanos 10:9-10), a través de este texto aprendemos que no solo basta con creer, sino que también debemos pronunciarlo o declararlo con nuestra boca, de manera que así nuestra boca y corazón deben estar de acuerdo o en completa armonía. El corazón conlleva la personalidad plena del ser humano incluido su creencia o fe, existen quienes con su boca expresan devoción a Dios, pero sus corazones están alejados de Él. Un verdadero cristiano debe asegurarse de que su corazón y boca expresen lo mismo, estos dos aspectos están unidos entre sí y no pueden separarse, es imposible declarar creer en Jesús y llevar una vida en desacuerdo a esta declaración, la verdad es que si crees en Jesús y en su impresionante obra redentora entonces es necesario proclamarlo con tu boca y dedicar tu vida a agradarle, esta declaración es también tu propia manifestación de pertenencia a Jesús y a partir de entonces inicia para ti una vida de la mano de Él. Dios les Bendiga!

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