Reflexión diaria.



Queridos amig@s! Cuántas veces han deseado mal a aquellos que les han hecho daño? Es cierto que muchas veces pensamos el mal para quienes nos han herido o maltratado, para así decir ¡se lo tenía merecido! o ¡está pagando por su maldad! Pero, pensando así, estamos olvidando lo que nos pidió Jesús en Lucas 6:27-31 “Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos”. Aun cuando quisieras pasar por alto este mandato de Dios, debes recordar su misericordia y capacidad de amar a quienes hacen lo malo, y espera que se arrepientan, así como un día lo hizo contigo. En 1 Pedro 3:9 leemos lo siguiente: “No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. Cuando eres capaz de aplicar este principio bíblico en tu vida recibirás bendición, aprende a confiar en Dios como juez, que dará su medida de retribución a quienes hacen lo malo, y así evitaras sentir la necesidad de buscar venganza, porque aunque Dios es bondadoso y misericordioso también es justo al momento de juzgar y castigar a quienes no se arrepienten de sus maldades, como lo dice la Biblia en 2 Corintios 5:10 “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”. No olvides que fuiste comprado por precio y que le perteneces a Dios, y amar a nuestros enemigos nos hace verdaderos hijos de Dios, a la misma vez que representamos el carácter de Jesucristo con nuestra manera de actuar. Dios les Bendiga! 

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