Reflexión diaria.
Queridos amig@s! Como cada día les escribo para reflexionar un poco inspirados por la Biblia, hoy les comparto este versículo: "La ley del Señor es perfecta, que convierte el alma; El testimonio del Señor es fiel, que hace sabio al sencillo" (Salmos 19:7).
Reflexión: Dios nos dejó los diez mandamientos, y muchos consejos en la Biblia donde nos explica la mejor forma de vivir siguiendo su Ley, es que nuestro Padre no se tomó la molestia de dejarnos todos estos lineamientos de vida solo porque es caprichoso y quería mostrar su poder ¡No! Lo hizo porque quería que tuviéramos una oportunidad. Después que el pecado entró en la humanidad no nos dejó solos, no nos dejó como ovejas sin su pastor descarriadas por el mundo, sin rumbo y sin saber qué hacer, todo lo contrario se ocupó de enseñarnos a vivir en este mundo, a resistir la tentación, además nos enseña a confiar en Él, a tener fe y buscar parecernos más a su imagen. Pero nuestro Padre no se conformó con eso, sino que también envió a su hijo a abrirnos las puertas de cielo, a sacarnos de las ataduras del pecado, a reconciliarnos con su Reino y a darnos ejemplo de vida, como un líder nos enseñó con su propio ejemplo, pues vino al mundo a vivir como un humano, a vivir en carne propia los padecimientos del mundo para que aprendiéramos qué hacer en cada situación, cómo hacerle cara a la vida. Jesús con su ejemplo nos enseñó los valores que debemos cultivar, nos mostró que con amor es la mejor forma de cumplir lo mandamientos, porque si tenemos amor en nuestro corazón, nos moveremos por el amor y se verá reflejado en nuestras acciones. Dios nos dio las herramientas necesarias para vivir una vida placentera bajo su gracia y alcanzar las llaves de la vida eterna, está en nosotros poner en práctica todos sus consejos y su Ley. Lo maravilloso es que la Ley de Dios no está basada en el bien de Él, sino en el bien nuestro y con todo y eso a veces nos resistimos a aceptarla. Dios les Bendiga!