Reflexión diaria.
Proverbios (16:3)
"Encomienda a Señor tus obras,
Y tus pensamientos serán afirmados." Reflexión: Nuestros trabajos y obligaciones diarias nos tienen encerrados en la misma rutina de todos los días, de la casa al trabajo, que nos quita el día completo y no siendo suficiente con ello, regresamos cansados a casa cargando los problemas del trabajo que no alcanzamos a resolver, y no descansamos lo suficiente para que nuestro cuerpo se relaje y nuestra mente se recupere del abuso al que le sometemos, y así pasan nuestros días, y sin darnos cuenta transcurren los años, todo eso está muy bien pero ¿cuál es el costo que debemos pagar?, mientras la rutina diaria transcurre, nuestros hijos se hacen mayores, también nos habremos perdido muchos momentos junto a familiares y amigos. No se trata de no trabajar, sino de encontrar un equilibrio, de no desgastarnos y perdernos tantos momentos bellos en la vida, recordemos que la vida es una sola, por lo que tenemos una sola oportunidad de vivir, seamos hombres y mujeres de fe, pidámosle a Dios aquello que consideremos que nos hace falta para encontrar ese equilibrio deseado, nuestro Padre estará a gusto planificando y buscando la mejor manera para que nosotros podamos vivir en armonía. Debemos realmente ser generosos con nuestro tiempo y dedicarle un poco de el a todo lo que nos ayude a crecer como seres humanos, ya sea junto a nuestros seres queridos o escuchando a aquellos que requieren un poco de atención, también leyendo y compartiendo la Palabra del Señor crecemos y ayudamos a otros a crecer. Dios les Bendiga!
