Reflexión diaria.


Queridos amig@s! Aquí les comparto este versículo para reflexionar hoy: "Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función" (Romanos 12:4).
Reflexión: Imaginemos un mundo donde todos supiéramos lo mismo, hiciéramos lo mismo, tuviéramos los mismos talentos, pensáramos igual, ¿cómo sería ese mundo? Quizás estuviéramos aún muy primitivos, pues como todos seríamos iguales el mundo no avanzaría mucho y ¿cómo ayudaríamos a nuestros hermanos? Pero nuestro Padre nos hizo seres diferentes, cada uno le aporta algo a la humanidad, cada uno ha ayudado a mantener en marcha este planeta llamado Tierra. Dios nos dio a cada uno talentos y dones espirituales para que pudiéramos trabajar juntos como un solo cuerpo. Nosotros formamos parte de esa gran máquina de vida, cada uno de nosotros le aporta sentido y avance con nuestro talento, como podemos notar, cada ser humano se especializa en áreas distintas, cada quien contribuye con su granito de arena para hacer funcionar la sociedad. Es maravilloso, ¿verdad?, cómo cada cosa creada en este mundo cumple una función específica, nada fue creado solo porque sí, y los seres humanos llevamos la corona de la creación, porque se nos dio la virtud de los diferentes dones otorgados por nuestro Padre. Por lo que nadie es más importante que el otro, cada uno cumple una función específica, que nos hace conectarnos los unos a los otros, Dios nos hace trabajar en equipo sin saberlo, por lo que todos necesitamos del otro para salir adelante, porque esa fue la naturaleza con la que fuimos creados. Así que cada vez que sintamos que estamos solos, que no tenemos talentos, recordemos que cada uno fue tocado por Dios y adquirió dones. Sólo necesitamos trabajar en nuestra Fe y sacar adelante inspirados por Cristo las virtudes de un verdadero creyente. No estamos solos, somos parte de un gran engranaje, la Iglesia, que junto con Dios hace avanzar el mundo hacia la luz. Si alguna vez te sentiste diferente, pues debes saber que todos lo somos y es fundamental para el desarrollo de la humanidad. Qué maravilloso es Dios, nos dio la oportunidad de nacer para que formáramos parte de este gran cuerpo que está directamente conectado con Él, y cada una de nosotros es un órgano vital de ese cuerpo que es la iglesia. Por eso tampoco debemos ser egoístas y debemos ayudarnos los unos a los otros, pues como vemos el servicio es parte de nosotros. Y la vida cristiana no es la excepción, pues todos hemos sido tocados por Dios de diferentes maneras, por lo tanto tenemos algo que ofrecer a los demás para compartir el plan de vida, el solo hecho de compartir nuestras experiencias y testimonios puede ayudar a otros a ser tocados por Cristo y encontrar el camino de Salvación. Somos importantes desde nuestro nacimiento gracias a Dios, así que usemos nuestro talento para el servicio. Dios les Bendiga!

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