Reflexión diaria.
«Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.»
(1 Pedro 4:10).
Reflexión: Compartamos con el mundo nuestras bendiciones, compartamos nuestro testimonio, demos fe de que el Señor escucha y demos el testimonio que Dios sí cumple sus promesas si pedimos con Fe. A veces un testimonio puede ayudar a alentar a otros, con nuestra historia podemos motivar a otros y ayudarlos a mantener su confianza y los ojos puestos en Jesús. Cuando nos levantemos en la mañana pidámosle a Dios que nos ponga palabras en nuestra boca por si nos toca hablar de Él, pues el Señor puede usarnos para transmitir el mensaje de Salvación y bendición que es Jesucristo, estemos atentos a las señales, no nos quedemos con el conocimiento, compartámoslo. También agradezcamos al Señor a través de nuestro servicio, pues esa fue una de las enseñanzas que nos dejó Jesucristo, ayudar a nuestro prójimo, ayudémoslo con nuestro servicio. ¿Qué tal si todos hiciéramos algo por ayudar al que lo necesita? Una pequeña acción puede hacer la diferencia. Veamos a nuestro alrededor, busquemos la manera de ayudar a otros, Dios todos los días nos extiende su mano, hagamos lo mismo con nuestro prójimo. A veces cuando estamos en el colegio o en la universidad Dios suele bendecirnos con entendimiento si ese es el caso, ayudemos a que otros también entiendan, no seamos egoístas, al fin y al cabo el conocimiento viene de Dios. Regalémosle comida a alguien que realmente lo necesite, compartamos el mensaje de salvación, visitemos a un enfermo, en fin, hay muchas maneras en las que podemos servir, pidámosle a Dios que nos guíe por el servicio que Él quiere que hagamos y compartamos con el mundo un poco de la bendición que el Señor nos regala. Dios les Bendiga!