Reflexión para hoy.
Queridos amig@s! Aquí les comparto la cita bíblica para reflexionar hoy: «sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;» (Romanos 5:3-4).
Reflexión: La paciencia se define comúnmente como “La capacidad de aceptar o tolerar demoras, problemas, o sufrir sin enfadarse o molestarse” la Biblia señala que la paciencia es una virtud que viene de Dios, como se aprecia en Romanos 15:4-5 “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús,” y es uno de los frutos del espíritu, Gálatas 5:22 “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,” pero desafortunadamente también forma parte de una de las cualidades que como seres humanos más nos cuesta cultivar o afianzar en nuestra vida, la falta de esta virtud ha dado lugar a muchas situaciones donde se han tomado malas decisiones, también muchas injusticias se han cometido por la carencia de esta gran virtud. Ser paciente no significa que debas conformarte con el segundo lugar, ni significa que debes soportar humildemente mientras tu enemigo hace lo que quiere contigo, o esperar sin tener que hacer nada y que los demás hagan todo por ti, ¡NO!, la paciencia es una palabra con poder, que en el Nuevo Testamento traducida del griego original significa literalmente: “Ser constante todo el tiempo, o ser de la misma forma todo el tiempo sin importar lo que pase”. Para entender el poder que ese significado sobrelleva, hay que tener presente que la paciencia es uno de los grandes atributos de Dios, quien ha permanecido inmutable desde siempre, en Hebreos 13:8 se lee “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. La paciencia es una gran virtud, que como cristianos debemos esforzarnos por poseer en nuestras vidas, porque sin duda nos ayudará a esperar tranquila y confiadamente el cumplimiento de todas las promesas de Dios, armados de paciencia soportamos el confinamiento, pero no sólo paciencia es lo que ahora necesitamos, ahora debemos también unirnos y apoyarnos para enfrentar con éxito los cambios que están por llegar... Pensar en ello antes de dormir. Dios les Bendiga!
