Reflexión diaria.
Queridos amig@s! Aquí les comparto una pequeña enseñanza inspirada en unos versículos del profeta Isaías:
"No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad"
(Isaías 43:18-19).
Los profetas bíblicos son anteriores al nacimiento de Cristo, por eso la Biblia esta dividida en antiguo testamento (antes de Cristo) y nuevo testamento (los primeros cien años después de Cristo). Con el nuevo testamento se cierra el canon bíblico, no se pueden añadir más libros porque los evangelistas y los apóstoles no escribieron nada más de lo que encontramos en la Biblia actual a lo largo de los primeros cien años del cristianismo. Pasados los cien primeros años el cristianismo deja de ser perseguido y poco a poco se convertirá en la religión oficial del imperio Romano, los perseguidores se convierten en protectores, desde entonces el cristianismo no ha dejado de evolucionar, de el surgen las formas de culto: anglicana, luterana, ortodoxa, protestante, evangelista, copta, etíope... Sin contar las sectas como los testigos de Jehová, mormones, etc...
Reflexión: Así como no podemos atarnos a las cosas negativas del pasado, tampoco podemos aferrarnos a las cosas buenas que se han ido de nuestras vidas, lo que debemos hacer es seguir hacia adelante y luchar por las cualidades que necesitamos mejorar, por vivir más cerca de Dios y cultivar nuestra Fe. Todo cambia y va en una dirección cuyo final solo el Señor conoce, el mide el tiempo de otra manera, para el mil años quizás son sólo una hora, tal vez sus propósitos para el universo sean difíciles de entender para la insignificante mente humana, hay tantas cosas ahí fuera en lo que llamamos cielo que no conocemos aún. La reflexión que quiero compartir hoy es que el pasado ya pasó, y la evolución es inevitable, pero con la ayuda de Dios todo lo podemos hacer mejor, y el primer paso es aceptar nuestro presente, reconocer nuestros errores y ponerles una solución.Todo cambia, todo evoluciona pero la palabra de Dios es la misma, quizás sea interpretada siempre al gusto del lector y de las circunstancias culturales pero sigue siendo un referente para millones de personas. El Señor ha preparado buenas obras para que andemos en ellas y para recordarlas las tenemos escritas. Tenemos un libro maravilloso que sabe adaptarse a todas las épocas y que esta lleno de sabiduría y respuestas. Yo sé que aún tenemos cosas que mejorar, toda la cristiandad se debe unir, lo que nos divide son solo ideas humanas, por eso permitámosle al Espíritu Santo intervenir en nuestras vidas, dejemos que Dios se glorifique en nosotros y que cumpla su propósito. Entreguémosle a Dios nuestra confianza. En Cristo llevaremos muchos frutos y seremos más que vencedores. Recordemos que sin Dios nada podemos hacer por eso les ánimo para que ayuden a otras personas a hacercarse al Señor, lean la Biblia, comenten con sus amigos la palabra y verán como cada día al conocer mejor el mensaje, todo cambiará pero para mejor. Dios les Bendiga!