Reflexión para hoy.
Apreciados amigos! Como cada día les comparto una cita bíblica con su reflexión, espero que les guste. Hoy tocamos un tema difícil de entender, la Deidad de Cristo, muchas personas creen que Cristo sólo fue un profeta, entre ellas los seguidores de Mahoma y algunos judíos, los historiadores humanizan al señor sin opiniones arriesgadas porque realmente sabemos del Señor muy poco, solo lo que pone en la Biblia, y en ella leemos: "Yo y el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios"
(Juan 10:30-33).
Reflexión: Cuando Jesús vino muchos dudaron de su Deidad, lo llamaron blasfemador y en varias ocasiones las personas intentaron apedrearlo porque no le creían. En la actualidad muchas personas siguen incrédulas y no consideran a Jesús como el Hijo de Dios. En repetidas ocasiones hemos escuchado sobre la Deidad de Cristo, esta expresión hace referencia a que Jesucristo es Dios; es decir, al hablar de la "Deidad" de Cristo, se afirma que Él posee todos los atributos para ser llamado Dios y si leemos la Biblia podemos apreciar que su esencia o naturaleza son propias de Dios. El mismo Jesús dijo en repetidas ocasiones que el que lo haya visto a Él ha visto a Dios, como es el caso de Juan 14:9-11 “Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras”. Jesús vivió y caminó por multitudes que pudieron observar a Jesús cerca, apreciando su personalidad Divina, con actitudes propias de Dios pero a pesar de tener la verdad en frente de ellos no la aceptaron, porque no se ajustaba al concepto de Dios preconcebido por ellos mismos, esperaban un Dios similar a los reyes terrenales, sin darse cuenda que la esencia de Dios va más allá del entendimiento humano. Hoy en día hay personas que siguen negando la veracidad de Jesús e incluso niegan la existencia de Dios, aunque a diario ven sus bendiciones y ven cualidades propias de Dios, pues está claro que las declaraciones de Jesús eran propias de un ser supremo, mucho más que un simple profeta o maestro. Jesús en muchos versículos de la Biblia se autodefinió como el Hijo de Dios, también afirmó que Dios y Él eran uno solo, por lo que muchas personas lo vieron y lo siguen viendo como atrevido, porque osaba igualarse a Dios, lo que era considerado como blasfemia para muchos. Al leer los siguientes pasajes Bíblicos Juan 8:19 “Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais”, Juan 12:45 “y el que me ve, ve al que me envió”, Juan 15:23 “El que me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece”, Juan 5:23 “para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió”, encontramos que Jesús se refirió a sí mismo como igual a Dios, porque así lo era y lo sigue siendo por los siglos de los siglos. Las personas esperaban a un rey similar a un rey terrenal, pero contrario a sus pensamientos se encontraron con un Rey amoroso, cercano a nosotros, un líder que vivió en carne propia los desafíos de la vida para enseñarnos a enfrentarlos. Cada una de sus acciones nos compartieron grandes enseñanzas, cada actitud que tenía, los milagros que hacía y su forma de hablar expresaba su Deidad e incluso entregó su vida para salvarnos, ¿aún nos quedan dudas de que Jesús es el Hijo de Dios y uno solo son?, ¿aceptamos a Jesús en nuestras vidas? Cristo es el medio por el cual nos comunicamos con el Padre, pues como lo encontramos en la Biblia, Cristo es nuestra puerta. Agarrémonos fuerte de Jesús, dejémoslo que actúe en nuestras vidas. Dios les bendiga amigos!
(Juan 10:30-33).
Reflexión: Cuando Jesús vino muchos dudaron de su Deidad, lo llamaron blasfemador y en varias ocasiones las personas intentaron apedrearlo porque no le creían. En la actualidad muchas personas siguen incrédulas y no consideran a Jesús como el Hijo de Dios. En repetidas ocasiones hemos escuchado sobre la Deidad de Cristo, esta expresión hace referencia a que Jesucristo es Dios; es decir, al hablar de la "Deidad" de Cristo, se afirma que Él posee todos los atributos para ser llamado Dios y si leemos la Biblia podemos apreciar que su esencia o naturaleza son propias de Dios. El mismo Jesús dijo en repetidas ocasiones que el que lo haya visto a Él ha visto a Dios, como es el caso de Juan 14:9-11 “Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras”. Jesús vivió y caminó por multitudes que pudieron observar a Jesús cerca, apreciando su personalidad Divina, con actitudes propias de Dios pero a pesar de tener la verdad en frente de ellos no la aceptaron, porque no se ajustaba al concepto de Dios preconcebido por ellos mismos, esperaban un Dios similar a los reyes terrenales, sin darse cuenda que la esencia de Dios va más allá del entendimiento humano. Hoy en día hay personas que siguen negando la veracidad de Jesús e incluso niegan la existencia de Dios, aunque a diario ven sus bendiciones y ven cualidades propias de Dios, pues está claro que las declaraciones de Jesús eran propias de un ser supremo, mucho más que un simple profeta o maestro. Jesús en muchos versículos de la Biblia se autodefinió como el Hijo de Dios, también afirmó que Dios y Él eran uno solo, por lo que muchas personas lo vieron y lo siguen viendo como atrevido, porque osaba igualarse a Dios, lo que era considerado como blasfemia para muchos. Al leer los siguientes pasajes Bíblicos Juan 8:19 “Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais”, Juan 12:45 “y el que me ve, ve al que me envió”, Juan 15:23 “El que me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece”, Juan 5:23 “para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió”, encontramos que Jesús se refirió a sí mismo como igual a Dios, porque así lo era y lo sigue siendo por los siglos de los siglos. Las personas esperaban a un rey similar a un rey terrenal, pero contrario a sus pensamientos se encontraron con un Rey amoroso, cercano a nosotros, un líder que vivió en carne propia los desafíos de la vida para enseñarnos a enfrentarlos. Cada una de sus acciones nos compartieron grandes enseñanzas, cada actitud que tenía, los milagros que hacía y su forma de hablar expresaba su Deidad e incluso entregó su vida para salvarnos, ¿aún nos quedan dudas de que Jesús es el Hijo de Dios y uno solo son?, ¿aceptamos a Jesús en nuestras vidas? Cristo es el medio por el cual nos comunicamos con el Padre, pues como lo encontramos en la Biblia, Cristo es nuestra puerta. Agarrémonos fuerte de Jesús, dejémoslo que actúe en nuestras vidas. Dios les bendiga amigos!