Reflexión para hoy.

Queridos amigos! Hoy les comparto este versículo: "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más" (Apocalipsis 21:1).

Reflexión: Estamos viviendo en un mundo donde se ha vuelto normal "lo común". Es normal ver robos, cada vez las grandes industrias y nosotros mismos contaminamos el planeta, es normal las injusticias, la corrupción, la humillación. La maldad parece algo cotidiano, y todos vamos en busca de un bien propio y no pensamos en el prójimo. Cada día hay más pobreza, a pesar de la tecnología, hay tristeza y frustración. Oímos las noticias y nos duele por un momento, después nos olvidamos del tema. Cada vez hay más perversión y admiramos al que nos oprime. El pecado se hizo "común" algo normal. Este mundo ya no da más, por eso ahora voy entendiendo porque Dios nos tiene preparada una tierra nueva libre de toda maldad, donde no habrá angustias, problemas, tristezas, sufrimiento, dolor, hambre, ni desesperación. El Señor conoce el principio y el final de todo, por eso Jesús nos reveló su plan para cuando todo empeoraría. Debemos vivir bajo la leyes de Dios aquí en la Tierra. Somos humanos, y aunque pensemos que estamos haciendo todo bien, debemos pedirle a Él que nos muestre en que estamos fallando, es por este motivo la importancia de mantener una constante comunicación con Dios a través de la oración y del conocimiento de la Biblia.

También debemos ser testimonio para que las demás personas lleguen a Cristo. No debemos creernos santos porque estamos en una iglesia o porque conocemos de Dios. Debemos analizarnos todo los días, tratar de reflejar la imagen de Dios. Él mando a su hijo Jesús a salvarnos y darnos ejemplo, conozcámoslo a través de las escrituras para analizar su conducta, imitarla y así ser dignos de ser llamados hijos de Dios.

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