Reflexión para hoy.


Queridos amigos! Aquí les envío la cita bíblica para hoy con una reflexión, espero que les guste.
"Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo sarmiento que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como sarmiento, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos"
(Juan 15:1-8).

Reflexión: ¿Qué es la vid? Arbusto trepador, sarmentoso, de tronco torcido, cuyo fruto es la uva. El pámpano es el sarmiento tierno de la vid, es el  brote verde y blando que tiene la vid cuando las hojas todavía no se han abierto. Esta referencia de la vid era entendida rápidamente por la sociedad de la época de Cristo, ya que estaba familiarizada con el tema, pero tampoco es ajena a nuestro entendimiento ya que Jesús se expresaba de una forma que todos entendieran su mensaje y que siguiera vigente para siempre por los siglos de los siglos. La vid verdadera es Jesús a la que todos los creyentes debemos estar aferrados. El labrador es el Padre quien poda las ramas con la finalidad de fortalecerlas y para que lleven aún más frutos, nosotros estamos representados por los sarmientos que también juegan un papel importante para que se pueda producir el fruto, pero siempre y cuando este se encuentre arraigado a la vid, porque el sarmiento por sí solo no puede hacerlo. Por otra parte los frutos son los resultados de haber creído en Jesús para salvación. El mensaje de Jesús es claro, Él es nuestra vid y nosotros los sarmientos, alejados de Él no podemos dar frutos. Como vemos, debemos permanecer unidos a Cristo, cerca de su Poder y fortaleza que provoca grandes cambios en nuestra vida, porque al igual que cada rama necesita estar aferrada a un tallo para recibir todos los nutrientes que vienen del suelo, también nosotros debemos estar aferrados a Jesús si queremos florecer y dar frutos, no podemos hacerlo de otra manera, necesitamos tener una dependencia total de su persona, que es la dependencia más perfecta, la que más necesitamos para vivir y alcanzar la salvación, es por eso que todo nuestro ser cambia cuando tomamos la decisión de seguir a Cristo. Pensemos, ¿qué es una rama cuando yace en el suelo separada del tallo? A diferencia de las ramas que no pueden volver a la vid una vez estas se desprenden de la misma, a nosotros se nos presenta cada minuto, cada segundo de nuestras vidas la oportunidad de regresar a formar parte de ese hermoso arbusto, se nos brinda la oportunidad de seguir recibiendo los nutrientes y la fortaleza de Jesús, siendo cuidados por el propio Padre Celestial, ¿qué estamos esperando?, ¿preferimos estar como una rama seca en el suelo o seguir vivos, floreciendo y dando frutos por estar unidos a nuestra vid, que es Cristo? Jesús nos está esperando, Dios quiere que regresemos, pues nos ama y quiere tenernos cerca, unidos a Él. Dios les bendiga!

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